lunes, 11 de noviembre de 2013

Madrid Games Week: la feria que Madrid se merecía


Gracias a Adese y a Ifema, la capital de España ha vuelto a acoger una gran feria de videojuegos y el resultado no ha podido ser mejor: conferencias, concursos y sobre todo, poder probar las consolas de nueva generación han hecho que sea todo un éxito. Según datos facilitados por los organizadores, más de 52.000 personas se han acercado durante los tres días de la feria, lo que confirma el tremendo éxito y las ganas de todos los gamers de volver a disfrutar de una feria de esta envergadura.

Las entradas se agotaron para el sábado y el domingo, pero el mismo viernes la afluencia ya era masiva. En total, ha habido una media de 95 personas por puesto, es decir, por televisión, lo que ayuda a hacerse una idea de las colas que se han producido. La feria, sin duda, cierra con un resultado excelente y cumple con nota todo lo que se le puede pedir a un evento de estas características, aunque, como en todas las cosas, hay cosas por mejorar y perfeccionar, pero eso es algo que la experiencia ayuda a resolver y seguro que se van mejorando en los próximos años.


Por eso, El otro lado de las críticas va a hacer un repaso de cada uno de los stands más importantes de la feria, comentando lo que nos ofrecía y lo mejor y lo peor en cada caso. Antes de entrar en las compañías con mayor peso de la feria, comentar que también tuvieron su protagonismo tiendas de merchandising, Mundo GT con simuladores de conducción, RetroMadrid, Oculus Rift, las gafas de realidad aumentada y las tiendas Game, donde se podía canjear 3 euros por entrada por cualquiera de sus productos, lo que ha sido un éxito, ya que las colas fueron considerables.


Entrando ya a valorar lo que nos ha ofrecido cada compañía en sus stands, comentar que han sido menos que en otras ocasiones como en GameFest, aunque algunos como los de Microsoft o Sony eran mucho más grandes. El menor número de opciones para los visitantes se han traducido en colas de varias horas para probar escasos minutos de cualquier juego, pero es algo que es casi inevitable. La compañía de Bill Gates llamaba la atención por sus grandes paredes decorativas y enormes carteles. La organización fue exquisita, aunque la disposición de su escenario principal no era la correcta, ya que todos los espectadores se agolpaban en el pasillo central, lo que dificultaba el paso por esa zona de los demás visitantes.


Por lo demás, no hay nada que criticar a la compañía que presentaba Xbox One. Puso a disposición de todos los juegos de lanzamiento de la nueva consola, como Forza, Dead Rising 3, Ryse: son of Rome, Killer Instinct, el modo online de Battlefield 4 o juegos mas sociales como Kinect Sport Rivals o Zoo Tycoon. Cada juego tenía una cola personaliza, por lo que cada aficionado podía esperar para el juego que quisiera. Las colas estaban muy organizadas y no colapsaban el resto del pabellón en ningún momento. Microsoft ha cumplido con nota en organización y exposición de su catálogo.

Sony, en cambio, es la otra cara de la moneda. Como aspectos positivos, señalar sin ninguna duda la oportunidad de probar PS4 por primera vez en España. La compañía nipona puso a disposición de todos los gamers más de 200 puestos de juego, 70 de ellos para la consola de nueva generación. Buenas cifras que se quedan en papel mojado debido a una penosa organización que mermó por completo la experiencia de los visitantes.


Salvo algunas unidades de PS4 repartidas por el stand que contenías Knack o juegos indie, todas estaban encerradas en un cuadrado, donde contenían juegos tan esperados como Killzone: Shadow Fall o las versiones next-gen de Assassin's Creed IV: black flag, Battlefield 4 o Fifa 14. De esta manera, para poder probar el shooter de EA o su juego deportiva tenías que ponerte en la misma cola que el que quería probar Killzone o Assassin's Creed, a diferencia de Microsoft, con colas individuales para cada uno de sus juegos. Esto desembocó en colas de hasta 3 horas el sábado y el domingo para probar durante 3 minutos la nueva consola de Sony.


Para mayor desastre, a la hora de entrar, si no eras de los primeros, te podía tocar cualquier juego, no por el que tu habías esperado, por lo que cientos de gamers se fueron a sus casas sin probar el juego que realmente quería en la consola de Sony. Todo una calamidad de idea, ya que encima no podía encontrar ninguna PS4 en otros stands, solo en el propio de Sony, ya que era la Xbox One la que servía de plataforma para las demostraciones de todas las demás compañías. El resultado de todo esto fue una cola larguísima cuyo resultado podía ser completamente insuficiente para el que había estado 3 horas esperando. El catálogo que ponía a disposición era bueno, pero la aleatoriedad de tener que jugar al videojuego que te tocara, ha lastrado por completo la experiencia del visitante con la nueva consola de Sony.


Pero la cara mala del stand de Sony no acaba aquí. Había un escenario en el centro cuya acumulación de gente impedía el paso correcto para los demás visitantes, siendo inútil intentar caminar por el espacio de Sony. Tenías que salir a los pasillos para rodear el stand, lo que pudo conllevar que el visitante pasara más tiempo en otros stands en vez del suyo, ya que no puedo moverse por el espacio de PlayStation. Vita, una consola prácticamente muerta y de la que los gamers se interesan bien poco, ocupaba un espacio abismal que podía haber sido utilizado en instalar mayor unidades de PS4, que es lo que realmente todo el mundo quería probar.

En cuestión de animación y entretenimiento, Sony también hizo aguas. Un escenario completamente desaprovechado, en el que se mostraban los mismo vídeos una y otra vez, utilizado solo para la presentación de PlayRoom y las charlas del Maestro Shaval, para calmar nuestra espera de la nueva consola. Una absoluta tontería. Microsoft ofrecía continuamente demostraciones de juegos como Forza, Fifa o Kinect, lo que amenizaba mucho más. Sony no ofrecía nada especial y no había ni música de ambiente.


El sonido era demasiado alto. En las presentaciones de PlayRoom con JPelirrojo, el volumen era exagerado y llegaba a molestar a los oídos, una nueva razón para salir huyendo del stand. Para rematar la experiencia de todos los visitantes que pasaron por allí, los cascos puestos a disposición no funcionaban casi ninguno, por lo que después de 3 horas de espera, jugabas a un juego que no era el que querías y en silencio, por lo que la inmersión y disfrute fueron nulos. Mucho que mejorar para próximas ediciones.

Activision, en cambio, podía llevarse el premio al mejor stand de la feria. Es verdad que solo ofrecían el modo online de Call of Duty: Ghost, pero todo lo que tenían que hacer lo hicieron bien. La cola estaba muy bien colocada, rodeaba todo su stand, por lo que no interfería en el resto de la feria. Se pasaba a una zona interior de espera, para evitar más aglomeraciones por los pasillos del pabellón. En el interior, había muchos puestos de juego con diferentes partidas, por lo que prácticamente entraba gente sin parar, porque siempre se terminaba alguna partida. Las sesiones eran de una duración media, por lo que no daba la sensación de haber esperado para nada. Se jugaba sentado (un buen descanso después de tantas horas de pie) y los cascos funcionaban a la perfección. Ningún defecto que señalar. La buena organización supuso que un juego tan solicitado como el de Activision, tuviera colas enormes, pero no interminables como para PS4.


El stand de EA era una extensión de lo que ya ofrecía en las zonas de Sony y Microsft, Se podía probar Battlefield 4, FIFA 14 y Need for Speed. Cada juego con su zona correspondiente y con atrezzo que adornaba muy bien sus zonas. Muchos puestos de juego para cada una de sus franquicias. Además organizaban partidas de Battlefield 4 y FIFA 14 y eran retransmitidas como si de un partido de fútbol se tratara. Como punto negativo mencionar que las sesiones informativas que anunciaban fueron muy escasas y prácticamente sin interés.


Mencionar aparte, la buena idea de EA de querer ofrecer siempre algo distinto que los demás. Todo un caza de guerra adornaba su stand, en el que los visitantes podían subir para ver uno de cerca y hacerse fotos con él. No todos los días se puede ver una maqueta enorme de un caza de guerra.

Nintendo tenía un stand que pasó bastante desapercibido. Se podía probar la Wii U y la Nintendo 3ds, pero los juegos no eran grandes lanzamientos de futuro, sino algunos antiguos o que ya están disponibles en las tiendas.


Lo que hay que mejorar

Madrid Games Week 2013 ha cerrado con más de 52.200 visitantes, lo que debido al alto precio y la situación actual del país, es una cifra enorme y un rotundo éxito de la feria. Es la primera edición y el resultado es mejor del esperado y consigue un nota alta. Pero eso no quita que haya muchas cosas que se pueden mejorar y que estamos seguros que así se hará. Ya confirmada la próxima edición, seguro que todos los comentarios de los visitantes se tendrán en cuenta para lograr una mejor experiencia de cara al año próximo.


Los aspectos negativos que hemos comentado de los stands, no son dirigidos a los organizadores de la feria, ya que eso es responsabilidad de cada una de las compañías, pero hay otros que sí deben trabajar para próximas ediciones. Después de este tremendo éxito, deben intentar ampliar el número de compañías que participen, ya que se han quedado fuera algunas como Koch Media o Konami.

Un mayor número de puestos de juego, porque una media de 95 personas por cada uno de ellos es un auténtica salvajada, por lo que hay que poner a disposición más televisiones para bajar la media. La participación de nuevas compañías ayudaría a aumentar este número y a diversificar a los visitantes, que en esta ocasión apenas tenías tres colas importantes a las que ponerse, lo que conllevaba colas infinitas.

Games Week ha contado con conferencias, uno de los aspectos más importantes de estos tipos de ferias, pero se han quedado un poco cortos. Adese solo ha organizado 4 a lo largo de los tres días, y si no llegan a ser por los coloquios de Hobby consolas hubiera sido muy pobre. En una feria como esta, debería haber de forma continua prácticamente. Es verdad que también estaban las de GameLab, pero eran demasiado centradas a estudios españoles muy pequeños que, por desgracia, no llamaban mucho la atención de los gamers. El viernes, Microsoft hizo una presentación de Ryse: son of Rome, con su director creativo. Actividades como estas atraen a decenas de personas y dotan de mayor envergadura a la Feria.


A pesar de estas recomendaciones, como ya se ha dicho, Madrid Games Week ha sido un rotundo éxito. Con este buen inicio y seguro con las mejoras que se harán los próximos años, todos los aficionados a los videojuegos tenemos que estar contentos por la Feria que tenemos en España, en Madrid. Dar la enhorabuena a Adese y a Ifema y las gracias por volver a poner a Madrid en el centro de las miradas para todos los gamers de Europa. ¡HASTA LA PRÓXIMA! 

FOTOS: El Otro Lado de las Críticas