sábado, 14 de junio de 2014

Crítica de 'Mi otro yo'. Un thriller con buenas ideas


Dirigida por: Isabel Coixet  Intérpretes: Sophie Turner,  Claire Forlani, Jonathan Rhys Meyers, Rhys Ifans País: Reino UNido  Duración: 86 min Género: Terror, thriller

Valoración: 3 / 5
Isabel Coixet da el salto por primera fuera de España con 'Mi otro yo', una película inglesa que bebe claramente del ambiente y del cine que se hace en las islas. La joven Fay (Sophie Turner) tiene una vida normal hasta que empieza a notar como si alguien la siguiera, cuando si siempre fuera observada. La preocupación aumenta cuando la dicen que ha hecho cosas que ella no ha hecho y cuando esa presencia extraña se hace cada vez más visible.


Esos primeras instantes son sin duda los mejores de la película, ya que el misterio se va introduciendo poco a poco sin dejar ninguna pista de cual puede ser el motivo de esa sombra. No sabemos ni qué es ni qué quiere. El problema viene cuando Fay decide investigar qué está pasando. Desde el principio se juega solo con una posibilidad, por lo que cuando finalmente descubrimos que es lo que está pasando, la sorpresa es nula. Y encima, la manera en la que se entera es demasiado simple y los personajes se quedan tan tranquilos cuando descubren el misterio. Y desde luego, no es para seguir haciendo como si no pasara nada.

Los seguidores del cine de Coixet no esperéis encontrar su estilo y su mano por ningún sitio, ya que en 'Mi otro yo', la directora pone el piloto automático y realizada una película que en muchas ocasiones parece un telefilm de la televisión, con bastantes momentos videoclips cortantes de ritmo. A destacar una buena fotografía, que juega muy bien con la luz y la oscuridad.


El mayor problema de toda la cinta es su desenlace. Completamente sin ritmo, sin fuerza, sin sorpresa y con un final tan simple como previsible y propio de las cintas de terror de los años noventa. Al menos, Sophie Turner muestra un abanico mayor que con la sosa Sansa de 'Juego de tronos'. A veces da ganas de coger al personaje y decirle unas cuantas cosas para que espabile, pero eso no es culpa de ella, es de un guión basada en buenas ideas, pero que han sido horrorosamente desarrolladas.