Dirigida por: Jennifer Kent Intérpretes:
Essie Davis, Noah Wiseman, Daniel Henshall. País: Australia Duración:
95 min Género: Terror
Valoración: 3,5 / 5
Casi siete años después de la violenta muerte de su marido,
Amelia (Essie Davis) no se ha recuperado todavía del duro golpe, pero tiene que
educar a Samuel (Noah Wiseman) que vive aterrorizado por un monstruo que se le
aparece en sueños y amenaza con matarlos. La situación empeora cuando de repente
aparece un libro de cuentos llamado The Babadook y el niño asegura que
su protagonista viene a visitarles por las noches.
Babadook es la ópera prima de Jennifer
Kent, quien en esta ocasión abandona el traje de actriz para enfundarse el
de escritora y directora en esta historiaestrenada en el pasado Festival de
Sitges, donde se alzó con el Premio del Jurado y mejor actriz para
Essie David (soberbia en su papel de madre desequilibrada). Su sofisticado, y
calculado al milímetro, ambiente claustrófico encerrado entre las paredes de un
"dulce" hogar ya nos advierte de primera hora que la cinta no
es una película de género al uso.
En sus pocos más de noventa minutos de metraje, el filme
guarda alguna que otra lectura no apta para amantes del terror plano y sin
desarrollo: abandono, desequilibrios emocionales, traumas del pasado,
problemas de adaptación...¿Entonces es un drama drisfrazado de
terror? Pues no se equivoquen.Babadook da miedo pero
precisamente porque parte de una premisa terrenal, palpable para
cualquier ser humano. No es un thriller psicológico ni tampoco una cinta
de terror al uso con su habitual explotación de clichés y golpes de efectos. Babadook es
un terror más inteligente, capaz de ponernos los pelos de punta con la materialización
del monstruo que habita en cada uno de nosotros y que, en determinadas
circunstancias de nuestras vidas, amenaza con escaparse de su
encierro sin poder remediarlo.
Y es que Jennifer Kent pone sobre la mesa un claro ejemplo
de cómo terminar haciendo una película donde terror y drama caminan de la
mano sin reprocharse nada. Un placer para los amantes del género que
esperan siempre algo más, aunque ese algo más termine por matar al miedo.
Lo mejor: Essie Davis y Noah Wiseman son unos madre e hijos perfectos.
Lo peor: dejar todo a la interpretación del espectador conlleva riesgos.