El nuevo juego de Rockstar, Max Payne 3, está ya en las tiendas y la duda está en saber si este año la compañía habrá podido mantener el nivel que lleva mostrando año tras año en la nueva generación. La respuesta ha sido clara: se ha vuelto a superar
Rockstar Games ha recogido el testigo de Remedy para continuar con la franquicia de Max Payne. Los primeros sustos de los seguidores vinieron cuando se presentaron las primeras imágenes del nuevo look de Payne. Para su tranquilidad, la nueva imagen sólo es momentánea y también podremos manejar al Max de toda la vida. Si algo está claro en el mundo de los videojuegos, es que de Rockstar no se puede dudar nunca.
Y se han ganado ese respeto porque desde GTA IV, vienen sacando un juego nuevo cada año con cotas de calidad que hacen que siempre sea el juego del año, desde el insuperable Red Dead Redemption hasta el sorprendente L.A. Noire. Este año Rockstar se enfrentaba a un duro reto: trasladar la filosofía de los dos primeros Max Payne a la nueva generación y a un público más amplio y, a la vez, mantener intactas las señas de identidad de la franquicia. Y lo han conseguido con creces: haciendo que esta tercera entrega sea la mejor de la trilogía y
fuerte candidato a juego del año. Una vez más.
Historia
Max Payne, el protagonista de la historia, es
un policía borracho por la muerte de su mujer y su hija. Se encuentra en lo más profundo que una persona pueda aguantar. Sin ganas de vivir y con una vida tirada por la borda,
el único deseo de Payne es poder tomar una copa más. Y en su nuevo trabajo en Brasil como guardaespaldas, seguirá bebiendo hasta perder la conciencia.
No vamos a desvelar absolutamente nada de la historia para que la experiencia sea más enriquecedora, pero si la valoraremos. El guión es fuera de lo normal. Una presentación en la que escuchamos a Max Payne relatando su buen estado y felicidad por su nuevo trabajo mientras le vemos borracho tirado por su casa no es lo normal que nos encontramos en un guión de videojuego.
Max Payne 3 nos permite vivir una experiencia más propia del cine, tratando temas muy fuertes como el alcohol, dramas familiares y desesperación vital.
Durante el desarrollo del juego, veréis que la situación siempre irá a peor, y el ritmo es un auténtico frenesí. Rockstar se ha vuelto una experta es saber cómo contar historias. Un guión adulto y con un ritmo tremidante. Los planos son realmente alucinantes, como si de una película se tratara. La cámara se mueve con absoluta libertad durante las escenas de animación, proporcionándonos unos planos más propios del cine. Max Payne tiene una personalidad desde el punto de vista de la trama que ha superado a todo lo que hayamos visto antes.
Rezuma estilo y autenticidad por los cuatro costados.
Y esta formidable historia de bandas brasileñas y familias ricas se lleva a cabo en unos escenarios enormes, aunque siempre lineales. Detallados hasta la máxima expresión y con línea de horizonte, es decir, que si te asomas por el ventana de un edificio verás todo Sao Paulo. Escenarios originales como las favelas, un estadio de fútbol o un cementerio son sólo algunos de los ejemplos.
Gráficos
Max Payne es sin lugar a dudas,
el juego con mejores gráficos, y eso que todas las escenas están hechas con el motor del juego. De verdad, en realismo supera al mismísimo Uncharted 3. Las caras de los personajes, en especial de Max Payne, son puro espectáculo.
Caras de amargado, de borracho, cuando hace un "chascarrillo", es impresionante. Aguanta a la perfección hasta los primeros planos. Rockstar siempre se ha caracterizado por hacer hincapié en la jugabilidad antes que los gráficos, pero sin dudas, en esta generación, la desarrolladora se está luciendo con todos sus juegos, como Red Dead Redemption o ahora con Max Payne.
Pero no sólo en las caras encontramos la calidad, sino también en los movimientos de los cuerpos. Las acciones en las que Max Payne se parapeta contra las pareces, o como recarga la munición, o la caída de los enemigos al recibir un disparo son realmente espectaculares. Todavían
impresionan más pequeños detalles como el realismo del agua, la luz que desprende un relámpago o el insignificante detalle de Max Payne se agache a coger las armas del suelo en vez de aparecer directamente en el inventario como sucede en la mayoría de juegos.
Ambientación
El "do" de pecho de este juego es
la tremenda espectacularidad a la que somos testigos a cada minuto. Los tiroteos son de un nivel frenético, con decenas de enemigos en pantalla a los que tendrás que hacer frente con dos pistolas, separadas o juntas, y sólo una arma grande, para dar mayor realismo al asunto.
Estos tiroteos ganas espectacularidad gracias al sello de la saga:
el bullet time, una herramienta indispensable para poder superar el juego, y que nos dejará momentos irrepetibles como tirarse por unas escaleras mientras eliminas a los enemigos de abajo, deslizarse por una mesa mientras disparas por la ventana a los soldados, subir por tirolinas, etc... Un largo etcétera de ejemplos únicos que son de lo mejor que se puede ver en consolas.
Además, al eliminar al último enemigo de la zona, la cámara seguirá lentamente la trayectoria de la bola hasta su impacto, aumentando incluso más el frenesí de acción de Max Payne 3. El juego ofrece múltiples maneras de acabar con los enemigos, que harán que cada mapa sea único, ya que sólo te importará como eliminar al siguiente enemigo, si con el cuerpo a cuerpo, con el bullet o con una escopeta. El verdadero placer que da Max Payne 3 es
la sensación de poder realizar cualquier acción y la sensación de libertad a la hora de tomar la decisión.
Max Payne 3 nos ofrece toda el espectáculo posible a través de mapas originales que no se suelen ver, como son las favelas, edificios en llamas. Destacar un nivel a toda velocidad en un autobús, al más puro estilo de la película
"Speed". Alucinante. O los tiroteos en algunas oficinas mientas vemos como el motor Euphoria nos permite ver cómo se destruyen los ordenadores o infinidad de papeles volando por los aires en medio del tiroteo. Realismo y espectáculo a miles.
Pero esa palabra ya tan repetida como es "espectáculo", no sólo es en la acción y en los tiroteos. El personaje en sí y su estado también lo es. Nunca en un videojuego el personaje protagonista es un borracho al que siempre le saldrán mal cosas a lo largo del juego, hecho que prácticamente nunca suele pasar en los videojuegos, donde cada misión y objetivo siempre acaban bien.
Añadir también la sensación de que
el juego va en continuo "increscendo". Desde los primeros niveles piensas que esto es realmente impresionante, pero lo mejor es cuando te das cuenta de que el siguiente siempre ha sido mejor que el anterior. Auténtico lujo.
La ambientación de un país como Brasil merece una mención aparte. Su cultura, su vida, todo es retratado con verosimilitud. Impresionante el inicio del nivel en las favelas con una canción rap en brasileño, mientras ves a niños correr jugando al balón, etc.
Todos estos detalles van orientados a
una inmersión total del jugador en la historia del juego. Y lo consigue. A ello contribuye una sensación voz en off, narrado por el propio Max Payne, en el que te va contando sus pensamientos y sensaciones de lo que está sucediendo, una manera muy visual y eficaz de empatizar con el personaje y con lo que estás viendo a tu alrededor. Desgraciadamente, aquí podemos encontrar uno de los pocos fallos:
el tamaño de los subtítulos. Demasiados pequeños para poder leerlos mientras te encuentras avanzando por el nivel o en medio de un tiroteo. Requiere demasiado esfuerzo por parte del jugador, que puede llegar a perderse pequeños detalles de la escena.
Otro fallo que podemos encontrar es
los diferentes filtros de color que van a apareciendo en todas las escenas y visiones borrosas y desenfoques de la cámara para dar la sensación de embriaguez. Al principio resulta curioso, pero acaba cansado y aparecen en zonas en las que Max no tendría que tener esa sensación, que además, influye negativamente hacia el juego, ya que no deja lucir en todo su esplendor la calidad de sus animaciones. Una decisión artística de la que no estamos de acuerdo.
Conclusión
Max Payne 3 es sin lugar a dudas
el mejor juego que hay ahora mismo en el mercado y por ello nadie debería perdérselo. Consigue aunar a la vez lo mejor de un shooter (ambientación en los tiroteos, realismo, acción, etc.) con lo mejor de una aventura (guión espectacular y una calidad de escenas de animación inimitable). Cuenta con más acción que una aventura y cuenta con innumerables escenas de animación tan poco frecuentes en los shooter.
Es de aplaudir lo que Rockstar no está regalando a los jugadores. Es impresionante como puede coger juegos tan diferentes a su estrella GTA, y dotarlos de la personalidad propia de la compañía, a la vez que mantiene intactas las señas de identidad del juego. Un Max Payne 3 que será el sueño cumplido de la legión de fans de esta saga y que hará las delicias de cualquier jugador que se quiera acercar a esta historia.
Sin dudas, el primer firme candidato a juego del año y quien se lo esté perdiendo, que vaya ahora mismo a por él, porque no está disfrutando del mejor juego que hay ahora mismo en las tiendas.
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